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Desde Matanzas, la Atenas de Cuba

Cosechan toronja para la exportación en Empresa citrícola de Jagüey Grande

Por Roberto Pérez Betancourt

Con intenciones de superar sus resultados productivos del año anterior, trabajadores de la Empresa citrícola Victoria de Girón, de Jagüey Grande -180 kilómetros al sudeste de la capital del país—, en la provincia de Matanzas, se afanan en  la recolección de toronjas de las variedades blanca y rosada,  desde finales del mes de agosto.

Medios radiales de la prensa local destacan los esfuerzos que en el citado empeño despliegan unos  300 hombres y mujeres de la unidad empresarial de Frutas Frescas.
 
El territorio del sur de la provincia de Matanzas aporta tradicionalmente el grueso de la producción de agrios del país y en el año 2009 computó 249 mil toneladas de varias especies, alrededor del 50 por ciento de la producción nacional, de acuerdo con datos reportados por las entidades del ramo.
 
Con vista a la restitución de las áreas citrícolas agotadas en una entidad cuyos inicios bordean la década del 70 del siglo anterior, técnicos y obreros se afanan en la reposición de plantas, utilizando patrones de injerto más resistentes a plagas y enfermedades y de superior potencial productivo, en relación con las demandas del mercado.
 
El propósito declarado por la dirección empresarial es sostener un ritmo anual de siembra de mil 500 hectáreas dentro de un marco de área apropiado para favorecer los rendimientos por superficie.
 
En afán de reciclar todo lo aprovechable, las ramas de los agrios desarraigados se han utilizado para producir carbón vegetal.
 
Una gestión imprescindible para garantizar el futuro de la Victoria de Girón es la labor eficaz que se observa en sus viveros,  garantía para la continuidad de las siembras de reposición y fomento. La ubicación de las posturas en canteros con sustrato de zeolita favorece su sistema radicular, reduce el tiempo de injerto de la planta de seis a tres meses, según expertos, y economiza el empleo de las bolsas de polietileno importadas.
 
Respondiendo a las demandas de la economía agropecuaria actual, la Victoria de Girón diversificó el surtido en sus plantaciones, habilitó más de 14 casas de cultivo tapado en las que anualmente cosecha apreciables cantidades de hortalizas que surten a entidades turísticas, e incorporó otras variedades de frutas, entre las que destacan mango, guayaba aguacate y frutabomba.
 
También la entidad fomentó la ganadería bovina y avícola para cuya alimentación aprovecha los residuos del procesamiento industrial del cítrico, y las gramíneas que crecen en sus campos, y en ese empeño ha demostrado la justeza de  criterios de quienes durante décadas abogaron por romper el esquema de monocultivo frutal y ampliar las posibilidades productivas de una de las entidades agropecuarias más eficientes de Cuba.

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