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Desde Matanzas, la Atenas de Cuba

Retorno este 3 de septiembre a las escuelas en toda Cuba

                      
Alrededor de dos millones de estudiantes de todas las enseñanzas comienzan hoy el curso escolar 2012-2013, en los más de 10 mil centros docentes y las instituciones de educación superior del país. Un periodo lectivo diseñado para consolidar las principales transformaciones educacionales implementadas en los últimos cuatro años, y para multiplicar acciones en aras de prestigiar la labor social del maestro.
                           
Como en cursos precedentes, la superación del personal docente, la formación en valores y en el conocimiento de la Historia Patria; la motivación de los jóvenes por el estudio de las carreras técnicas y de ciencias y su formación como profesionales competentes, continúan siendo puntos neurálgicos en la dirección de un proceso docente educativo de mayor calidad.

Esa es la realidad cubana, y se trabaja para resolver dificultades como las mencionadas anteriormente. Sin embargo, bien diferente es la situación  de unos 22,1 millones de niños y adolescentes latinoamericanos y caribeños, quienes  no pisan la escuela o están en grave riesgo de no poder culminar los estudios, según alerta UNICEF.
               
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, en su informe "Completar la Escuela. Un Derecho para Crecer, un Deber para Compartir", señala que actualmente 6,5 millones de los 117 millones  de niños y adolescentes que viven en América Latina y el Caribe no están escolarizados.

A ellos hay que sumar los 15, 6  que asisten a clases enfrentando condiciones adversas y corren el riesgo de abandonar la escuela antes de concluir su educación, señala este estudio, que abarca a 31 países de la región.
                                                              
Según el documento, el ingreso tardío al sistema educativo y el rezago, es decir el estar en un grado inferior al correspondiente por edad, son los principales determinantes de la exclusión escolar.

No obstante,  el género, vivir en zonas rurales, trabajar, ser indígena o afrodescendiente y sufrir una discapacidad son factores que pueden agudizarla.

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