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Desde Matanzas, la Atenas de Cuba

Nicolás de todos los tiempos

Nicolás de todos los tiempos

Por Alina Guede Rojas

Un 10 de julio,  108 años atrás, nació en la ciudad de Camagüey una singular figura de la cultura cubana, que por su quehacer literario ha sido considerado  el representante más destacado de la poesía negra o afroantillana: Nicolás Guillén Batista.

Por primera vez publicó  versos en 1920,  poco después de terminar el bachillerato en su ciudad natal, donde años más tarde  se desempeñaría  como tipógrafo, corrector de pruebas  y periodista.

En 1922 comenzó  a estudiar  la carrera de Derecho en la Universidad de La Habana,  que abandonó desencantado por  la mediocre  vida universitaria que conoció y  plasmaría en el poema “ Al margen de mis libros de estudio ”,  publicado en el número inaugural de la revista Alma Mater

Regresa de nuevo a Camagüey,  pero no por mucho tiempo. En 1926 decide  instalarse  en la capital del país   en busca de un cambio de vida. Es allí  donde se intensifican sus intereses literarios e intelectuales. En esa época conocería a Federico García Lorca y al gran poeta negro norteamericano Langston Hughes, cuya amistad e influencia le serían sumamente importante.

Motivos de son, publicados en abril de 1930 lo lanzan a la celebridad, confirmada por la musicalización de los textos ( a cargo de  Alejandro García Caturla y los Grenet).   Este hecho,  estrechó su permanente amistad con otro gran poeta, también camagüeyano: Emilio Ballagas.

Guillén va madurando gradualmente su modo de ver y analizar la realidad cubana y caribeña, y descolla por  su incesante quehacer cultural y político.   En 1937 ingresa al Partido Comunista   y su quehacer literario se incrementa dentro y fuera de la Isla.

Tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959 desempeñó cargos diplomáticos, viajó por numerosos países en misiones culturales y políticas y ocupó la presidencia de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba desde su fundación en 1961 hasta su deceso el 16 de julio de 1989.

Su obra, fue y es, objeto de profundo interés y estudio, teniendo en cuenta  que,   además de los valores artísticos de su poesía, ésta representa y expresa de modo excepcional el proceso de transculturación operado en América Latina, y en particular en las Antillas.

Sin dudas, Nicolás Guillén constituye  uno de los bastiones fundamentales de la literatura cubana de todos los tiempos.



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