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El cerebro del "despistado"

Por Juliett Morales García, de Prensa Latina

Algunas personas con más frecuencia de la deseada añaden azúcar en lugar de sal a la comida o buscan desesperadas el champú que como por arte de magia aparece dentro del refrigerador, sin que la responsabilidad de tal "milagro" se pueda achacar al ilusionista David Copperfield.

¿Esto suele ocurrirle a usted? Entonces, quizá, tenga más masa encefálica en una región del cerebro llamada lóbulo parietal superior (LPS) izquierdo; al menos, esa es la teoría expuesta por Ryota Kanai y sus colegas de la Universidad de Londres, en la revista Journal Neuroscience.

Según los científicos, este mayor volumen de materia gris significa menos madurez cerebral. Pero tranquilo, no se apolisme el cerebro, su coeficiente intelectual para nada resulta más bajo que el de los "avispados".

En la medida que crecemos el cerebro "poda" las neuronas innecesarias para trabajar de forma más eficiente, por lo que un mayor volumen cerebral podría indicar menos madurez, explicó Kanai.

Hasta hace unos años se asociaba el tamaño del cerebro con la inteligencia, pero después los científicos descubrieron que las conexiones cerebrales se han vuelto más complejas por la evolución humana.

Para comprobar el papel del LPS izquierdo en la concentración, el equipo británico realizó varios experimentos con un grupo de voluntarios sanos.

Los participantes respondieron preguntas como "¿cuándo va al supermercado olvida lo que debe comprar?" o "¿en la vía pública no se percata de las señales del tránsito?". Cada respuesta tenía una puntuación.

Quienes más preguntas de este tipo respondieron de forma afirmativa obtuvieron las calificaciones más altas.

Estos resultados fueron confirmados con otro test consistente en someter a los voluntarios a pruebas estructurales de Imágenes de Resonancia Magnética (IRM), lo que permitió observar características físicas diferentes en el cerebro de las personas que manifestaron ser más distraídas.

Una prueba adicional consistió en el desarrollo de actividades que permitieran desviar la atención.

Ello permitió a los científicos observar que las personas "despistadas" demoraban más tiempo en realizar la tarea porque se entretenían demasiado.

Para comprobar la teoría de la inmadurez cerebral los científicos "apagaron" el LPS izquierdo de los participantes y comprobaron que los distraídos tardaban un 25 por ciento más tiempo en desarrollar las actividades.

Según los investigadores esta zona del cerebro desempeña un "papel jerárquico" en la concentración y aunque aún se desconoce porqué actúa de esa manera, el cerebro de los que focalizan menos su atención en el desarrollo de una actividad, al parecer, es menos maduro.

Como para todo existe solución, el equipo de la Universidad de Londres trabaja ahora en el desarrollo de una terapia llamada estimulación transcraneal directa, consistente en enviar señales eléctricas por medio de electrodos al LPS izquierdo.

Aunque el remedio contra las distracciones posiblemente se encuentre listo en un futuro cercano; tal vez lo mejor sea mejorar la concentración y poner más interés en lo que se hace y evitar así que se olvide la comida puesta al fuego.

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