Declaración de dignidad
Por Alina Guede Rojas
El preludio de la invasión mercenaria a Playa Girón, el 15 de abril de 1961, sembró luto y dolor en decenas de familias cubanas.
Aviones estadounidenses camuflados con el emblema de la Fuerza Aérea Cubana bombardearon los aeropuertos de Santiago de Cuba, San Antonio de los Baños, el de la Fuerza Aérea Rebelde y la pista de Ciudad Libertad, en la capital.
El objetivo de la artera acción estaba claro: destruir la defensa aérea de la Isla, de manera que cuando se realizará la agresión mercenaria por el sur de la provincia de Matanzas, la aviación militar cubana estuviera diezmada.
La situación del país era tensa en extremo. Estados Unidos había roto relaciones diplomáticas con el Gobierno, y aunque sus planes de obstaculizar la Revolución fracasaron, no se daba por vencido en sus propósitos de ahogar el proceso cubano que por día se radicalizaba cada vez más.
Tras las honras fúnebres de las víctimas de los bombardeos en el rectorado de la Universidad de La Habana, en horas del mediodía del 16 un mar de personas en respetuoso silencio marchó hasta la necrópolis de Colón. Muy cerca de allí, con un enardecido discurso el líder de la Revolución, Fidel Castro, despidió el duelo y fue en ese escenario desde donde proclamó una histórica declaración: la del carácter socialista de la Revolución.
"…porque lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba. Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices, ¡ y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propia narices de los Estados Unidos!...." , exclamó.
Con la genialidad política que siempre lo ha caracterizado, Fidel consideró que ese era el momento propicio para definir las profundas transformaciones acontecidas en la Isla y las que estaban por llegar.
La masiva concentración de hombres y mujeres allí reunida, aprobó con sus fusiles en alto las palabras del indiscutible líder cubano, suceso imperecedero que ha pasado a la historia como la más genuina voluntad popular de resistir y defender a cualquier precio la Patria y el Socialismo.
Ha transcurrido medio siglo y los cubanos continuamos defendiendo nuestro sistema social, con la convicción de que es el más humano y justo que se ha conocido. El Socialismo es la única garantía para seguir siendo libres e independientes, los hechos así lo demuestran.
0 comentarios